27 de julio de 2008

Insomnio

Como si de días se tratara,
cuento las ovejas que pasan,
ya no me detengo en sus brincos
ni me enternecen sus caras.

Ansío que lleguen,
y que pronto se vayan,
sumar una más al conteo,
poder trazar otra raya.

Detesto observarlas cruzar
con su insulsa monotonía:
un fondo inerte, y sin impasse
la misma cinta repetida.

Como si de ovejas se tratara,
cuento los días que pasan,
ya no me contentan sus brincos
y me dan nauseas sus caras.
Ansío que lleguen,
que lleguen y se vayan,
para que atraigan al sueño,
y el sueño a la calma.

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